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El funcionamiento de la cocina solar

 

Esencialmente, contamos con dos formas para aprovechar la radiación solar y convertirla en calor útil para cocinar. Se trata de dos principios físicos diferentes que pueden aplicarse conjuntamente: los de acumulación y los de concentración.

Las dos tecnologías pueden complementarse.

 

Las de acumulación atrapan la energía solar a través del efecto invernadero y hacen de horno. En éstas, las temperaturas de trabajo se sitúan entre los 80 y los 160 ºC.

 

Las de concentración aprovechan la propiedad de reflexión de una pared parabólica y alcanzan temperaturas de más de 200 ºC, permitiendo hacer fritos con aceite. 

 

 

 

 

En estas cocinas es conveniente utilizar recipientes oscuros, sin brillo y de buen espesor, con tapa oscura o transparente, salvo en las frituras, donde se usará el recipiente sin tapa.

Es tambien muy útil el uso de plancha bifera de hierro fundido, en especial las acanaladas, ya que pueden lograrse comidas asadas como las que se obtienen en una parrilla con leña.

Despliegue el submenú para ver como usamos la cocina

Instale su cocina en un lugar plano, preferentemente al reparo del viento. Si hubiese mucho viento que pueda desestabilizar la cocina, agregue un contrapeso cruzando una tabla entre las patas y colocando sobre la misma, por ejemplo un bidón lleno de agua o un ladrillo. 

 

Orientación de la parábola

Cada 20-25 minutos, reoriente la cocina, guiandose por la sombra que proyecta el calibrador solar.

 

Ilustraciones gentileza Fundación Terra / cocinas alsol - España

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